lunes, enero 29, 2007

Policía incautó bates y cadenas a radicales de Alcorcón

Los agentes de las cuatro unidades de Intervención Policial (UIP) o 'antidisturbios' que actuaron la tarde-noche del pasado sábado durante la revuelta que se produjo en Alcorcón se incautaron de diferentes armas y objetos peligrosos en los diferentes cacheos que practicaron.

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Fuentes policiales especifican que los policías se hicieron con bates de béisbol, estiletes y cadenas, que los jóvenes alborotadores pretendían utilizar contra los miembros de la ultraderecha que habían anunciado su presencia el sábado en la ciudad.

Finalmente, según la Policía, estos radicales no hicieron acto de presencia, lo que no evitó ciertos incidentes entre jóvenes de la localidad y los agentes. De hecho, varios funcionarios resultaron heridos como consecuencia del lanzamiento de piedras y de otros objetos, como botellas, por parte de los alrededor de 200 jóvenes que se congregaron en torno al céntrico parque de la Paz, que no hizo honor a su nombre. De cualquier modo, no hubo que lamentar lesiones de gravedad entre los agentes.

Además, las fuentes consultadas precisan que 'provocadores' que se definían como anarquistas y miembros de grupos 'antisistema' estuvieron presentes en los hechos, 'para calentar el ambiente'. Los 200 agentes de la UIP y el otro centenar de la comisaría de Alcorcón, Policía Municipal y refuerzos de otras unidades que disolvieron a los diferentes grupos de incontrolados no le dieron excesiva importancia a la actuación policial contra estos jóvenes, la mayoría menores de edad. Uno de los cuatro detenidos con los que se saldó la refriega no ha cumplido los 18 años. Los acusados lanzaron piedras contra los agentes y los vehículos policiales, y también destrozaron la luna de una cabina telefónica.

La actuación policial fue bastante comedida, y sólo cargaron con mayor dureza al final de la trifulca, cuando parecía que los chavales lo único que pretendían era poner nerviosos a los agentes, para cuyas familias lanzaron también graves insultos. La otra parte de la violencia juvenil se la llevaron los numerosos periodistas allí congregados: 'Soy menor, así que como saques mi cara en la tele, corto cabezas', amenazaba uno.

La Policía Nacional había recibido instrucciones claras durante el 'briefing' anterior al despliegue: 'No son gente organizada, no son delincuentes, son críos, por lo que tenemos que tener mucha paciencia con ellos'.

La Delegación del Gobierno en Madrid quería que los hechos tuvieran la menor repercusión posible, así que la consigna policial era 'prevenir antes que actuar' y que 'no hubiera una concentración muy numerosa', indican las fuentes consultadas.

También había cierta preocupación, fundada, de que la revuelta pudiera trasladarse a localidades cercanas a Alcorcón, como Leganés y Fuenlabrada. Los numerosos mensajes de móvil y correos electrónicos que habían circulado hasta esa misma tarde lo apuntaban como posibilidad ante la presión policial.

Al parecer, el alcalde de la localidad, el socialista Enrique Cascallana, estaba bastante preocupado también por lo que pudiera ocurrir el sábado por la tarde. No era para menos, teniendo en cuenta la tormenta política levantada a raíz de lo que está ocurriendo en la ciudad.

Que 'sólo' se produjeran cuatro arrestos se debe a que, en alteraciones por orden público, 'se valoran los altercados graves', por lo que se suelen practicar 'las mínimas detenciones posibles', con la finalidad, entre otras cosas, de no calentar más los ánimos.

Las identificaciones y cacheos practicados durante toda la jornada fueron innumerables. El primer filtro policial estaba en los accesos por carretera, pero también en las estaciones de Metro y de Cercanías, donde agentes nacionales y municipales controlaban a todo aquel que llegaba. Eso sí, había chavales que, ya entrada la noche, saltaban la verja de Alcorcón Central, de Renfe, para burlar a los agentes.

Terra Actualidad - VMT